El asma y el ejercicio
El asma es una afección a largo plazo (crónica) que provoca hinchazón y estrechamiento de las vías respiratorias. Los músculos que rodean las vías respiratorias se tensan, el revestimiento de las vías respiratorias se hincha y se produce más mucosidad. Estos cambios dificultan la respiración. Los desencadenantes son factores que causan ataques de asma y que hacen que los síntomas empeoren. Algunos desencadenantes son el polvo, el polen, las mascotas, las infecciones, el tiempo frío, el humo, la contaminación del aire y el ejercicio.
El ejercicio es un desencadenante común en muchas personas con asma. En algunas personas, la combinación de ejercicio y otros factores causa los síntomas del asma. En otras, los síntomas del asma solo aparecen al hacer ejercicio o actividad física. En ambos casos, esto se conoce como broncoconstricción inducida por el ejercicio (BIE). Antes, esto se conocía como asma inducida por el ejercicio. Esto significa que el ejercicio hace que las vías respiratorias (bronquios) se estrechen o se contraigan.
Que tenga BIE no significa que deba dejar de hacer ejercicio. El ejercicio es importante para gozar de una buena salud general. Además, fortalece los pulmones y los músculos que se usan para respirar. El cuerpo necesita la actividad física. Trabaje con el proveedor de atención médica para hacer un programa de ejercicios que le permita ejercitar de forma segura y con la menor cantidad de síntomas posible.
Es posible que correr grandes distancias no sea un buen ejercicio para personas con asma.
La causa de la BIE
Los expertos no saben con exactitud por qué el ejercicio provoca que las vías respiratorias se estrechen. Es posible que, al hacer actividad física, el aumento de la inhalación y de la exhalación por la boca haga que las vías respiratorias se sequen y se enfríen. Esto puede irritarlas y causar síntomas. Sucede, en especial, cuando hace ejercicio al aire libre con tiempo frío. Otros factores pueden ser la contaminación del aire y la inhalación de sustancias químicas o de alérgenos, como el polen. Cuando hace ejercicio, respira más. Por lo tanto, se inhala una mayor cantidad de desencadenantes posibles.
Síntomas de la BIE
Los síntomas de la BIE son similares a los del asma. Incluyen tos, sibilancias y opresión en el pecho entre 5 y 20 minutos después de comenzar el ejercicio. En algunas personas, los síntomas empiezan después de la actividad física. Ocurre, sobre todo, si el ejercicio es intenso y corto. En la BIE, también pueden aparecer síntomas, como cansancio extra (fatiga) y sensación de falta de aire, durante el ejercicio o después de este.
Pero esto no significa que tenga que dejar de hacer ejercicio por completo. De hecho, el ejercicio es muy útil para las personas con asma. Puede mejorar el funcionamiento de las vías respiratorias al fortalecer los músculos de la respiración. Consulte con su proveedor de atención médica para obtener más información.
El control de la BIE
Hay algunas medidas que puede tomar para controlar los síntomas de la BIE o del asma cuando se ejercita. Primero, elabore un plan con el proveedor de atención médica. Y tenga en cuenta lo siguiente:
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Empiece de a poco. Entre en calor antes de empezar la actividad física que hará. Y reduzca la intensidad de a poco al final del ejercicio o de la actividad.
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Lleve siempre con usted su inhalador de alivio rápido. Úselo 15 minutos antes de empezar a hacer ejercicio o según la recomendación del proveedor.
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Algunas personas usan medicamentos de control diario para la BIE. Si usted es una de ellas, úselos exactamente como se lo indiquen.
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Opte por hacer ejercicio en el interior si hace mucho frío. O si los niveles de contaminación o de alérgenos son altos.
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Si hace ejercicio al aire libre cuando el tiempo está frío, cúbrase la boca y la nariz con una bufanda. Algunas personas también usan un dispositivo especial o una mascarilla para hacer ejercicio al aire libre cuando hace mucho frío.
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No haga ejercicio si está enfermo.
Recomendación de deportes y actividades
Cualquier actividad puede provocar síntomas de asma. Los deportes y las actividades con episodios cortos de actividad intensa suelen ser mejores para las personas con asma. Hay deportes con los que es menos probable que se desencadenen síntomas. La natación es uno de ellos. El ambiente cálido y húmedo, el uso de los músculos de la parte superior del cuerpo y la posición del cuerpo al nadar pueden ser adecuados para las personas con asma (ya sea inducida por el ejercicio o no). Una advertencia: Las sustancias químicas que se usan para tratar las piscinas son un problema para algunas personas. Estas son otras actividades y deportes sugeridos:
Estos son algunos de los deportes que pueden aumentar la probabilidad de tener síntomas:
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Básquetbol
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Esquí de travesía
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Hockey sobre hielo
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Correr distancias largas
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Fútbol
Pero con el control y la preparación adecuados, la mayoría de las personas con BIE pueden practicar cualquier deporte o actividad física de manera segura.