La cantidad total de horas de sueño que su hijo necesita varía en función de la edad.
Los siguientes son consejos útiles para crear buenos hábitos de sueño para su hijo:
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Los recién nacidos no tienen horarios establecidos de día o de noche durante las primeras semanas de vida. Es aconsejable que un recién nacido no duerma más de 3 a 4 horas seguidas, ya que su cuerpo pequeño necesita alimentarse con frecuencia. Siga las instrucciones del proveedor de atención médica de su hijo con respecto a los horarios para dormir y comer.
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Los bebés más grandes y los niños deben tener un horario fijo para la siesta y la hora de dormir a la noche.
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Empiece con un tiempo de tranquilidad, como escuchar música suave o leer un libro, entre 20 y 30 minutos antes de la hora de dormir. Guarde las pantallas durante este tiempo de tranquilidad. Esto significa que no debe prender el televisor ni usar el teléfono inteligente, la tableta ni la computadora.
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Después del tiempo de tranquilidad, siga una rutina a la hora de acostarse, por ejemplo, cambiar los pañales, ir al baño y cepillarse los dientes.
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Establezca un límite para el tiempo de tranquilidad y para la rutina, así no se extienden demasiado y su hijo sabe qué esperar antes de la hora de dormir.
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Diga buenas noches, apague la luz y salga de la habitación.
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Es importante acostar a los niños cuando están despiertos, para que aprendan a dormirse solos.
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No se debe acostar a los bebés con un biberón. Esto causa problemas de caries e infecciones de oídos.
Los niños pueden fácilmente adoptar hábitos que no siempre son saludables a la hora de dormir. Las siguientes sugerencias pueden ser de ayuda cuando un niño no quiere irse a dormir o tiene problemas para quedarse en la cama:
En ocasiones, los niños mayores atraviesan una etapa en la que vuelven a los malos hábitos de sueño o desarrollan nuevos problemas al irse a dormir. Estos son algunos consejos para ayudar a los padres con niños mayores que tienen problemas a la hora de acostarse:
Estas son las recomendaciones de la Academia Estadounidense de Pediatría (AAP, por su sigla en inglés) sobre cómo reducir el riesgo de SMSL (síndrome de muerte súbita del lactante) y las muertes relacionadas con el sueño desde el nacimiento hasta el primer año:
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El ABC del sueño seguro del bebé:
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A, que el bebé esté acostado solo. Ponga al bebé solo en su cuna. Saque los elementos mullidos, como juguetes, protectores acolchados y mantas.
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B, que el bebé esté boca arriba. Coloque a su bebé boca arriba para dormir. Haga esto en las siestas durante el día y también por la noche. En algunos estudios, se demostró que esta es la mejor manera de reducir el riesgo de SMSL y de otras causas de muerte infantil relacionadas con el sueño. Nunca coloque a un bebé de costado o boca abajo para dormir.
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C, que el bebé esté en la cuna. Use una superficie segura para dormir. Los bebés deben dormir en una superficie firme y plana. No use una superficie que esté inclinada. Algunos ejemplos de espacios seguros son una cuna, un moisés, una cuna plegable o un corralito que cumpla con las normas de seguridad de la Comisión de Seguridad de Productos del Consumidor de Estados Unidos (CPSC, por su sigla en inglés). Visite el sitio web de la CPSC en www.cpsc.gov para verificar que el producto no se haya retirado del mercado. Esto es importante, sobre todo en el caso de las cunas usadas. No use cunas rotas ni las que vienen sin las instrucciones o les falta alguna pieza. Muchos bebés murieron en cunas rotas o a las que les faltaban piezas. El espacio entre las barras de la cuna no debe superar las 2-3/8 pulgadas. Esto impedirá que la cabeza del bebé quede atrapada entre las barras.
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No fume ni consuma nicotina cerca del bebé. Mantenga al bebé lejos de cualquier tipo de humo. No consuma cigarrillos, marihuana ni productos de vapeo en su casa. Los bebés expuestos al humo tienen más resfriados y otras enfermedades. El humo de cualquier tipo aumenta el riesgo que tienen los bebés de morir mientras duermen, en especial los bebés que están enfermos.
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No comparta la cama con el bebé. Esto es muy importante si el bebé es recién nacido o muy pequeño, o si nació prematuro. También es muy importante si usted bebió alcohol, consumió marihuana o usó algún medicamento o drogas ilegales. No ponga al bebé a dormir en una cama con otros niños o adultos. Puede llevar al bebé a la cama para darle de comer y para consolarlo. Pero vuelva a acostarlo en la cuna o el moisés para dormir. No se duerma con el bebé. Tampoco se recomienda que los gemelos ni otros hermanos múltiples compartan la cama.
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Comparta su habitación, en lugar de compartir su cama con el bebé. Desde la AAP, se recomienda que los bebés duerman en la misma habitación que los padres, cerca de su cama. Pero en una cama o cuna separada adecuada para bebés. Esta disposición para dormir se aconseja, por lo menos, durante los primeros 6 meses.
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Use ropa de cama adecuada. El bebé debe dormir sobre un colchón firme y plano o sobre otra superficie firme sin inclinaciones. El colchón debe quedar bien apretado y tener un diseño que se adapte a la cuna. Cubra el colchón con una sábana ajustada. No use mantas ni edredones mullidos. No permita que el bebé duerma sobre una cama para adultos, una cama de agua, un colchón de aire, un sofá, piel de oveja, una almohada ni otro material blando. No coloque juguetes mullidos, almohadas ni chichoneras en la cuna. No use frazadas pesadas, peleles, mantas para envolver al bebé ni otros artículos pesados. Asegúrese de que nada le cubra la cabeza. Esto aumenta el riesgo de asfixia.
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Cambie al bebé de posición mientras está despierto. Hacerlo lo ayuda a crecer más fuerte. También a evitar que se le deforme la cabeza. Cuando el bebé esté despierto, téngalo en brazos. Déjelo pasar tiempo boca abajo mientras está despierto y con supervisión durante períodos cortos, comenzando poco después de llegar a casa desde el hospital. Aumente de a poco el tiempo boca abajo a, al menos, 15 a 30 minutos todos los días para cuando tenga unas 7 semanas. Intente no dejar al bebé en un asiento ni en una mecedora durante mucho tiempo.
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No use asientos para dormir. No se aconseja que el niño duerma en un asiento para bebés, en el asiento para el automóvil, en el cochecito, en una mecedora ni en un columpio para bebés. Pueden provocar una obstrucción de las vías respiratorias o el sofocamiento del bebé. Si el bebé está en un asiento, retírelo del asiento y póngalo en la cuna o en otra superficie adecuada tan pronto como sea seguro y práctico.
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Asegúrese de que el bebé no aumente demasiado de temperatura cuando esté durmiendo. Mantenga la habitación a una temperatura confortable para usted y para su bebé. Póngale ropa liviana. En vez de usar mantas, póngale un saco de dormir o una manta de vestir para mantenerlo abrigado. No le coloque gorros si está en el interior.
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Tenga cuidado al envolver al bebé. Esto no reduce el riesgo de SMSL. Si elige envolverlo, procure que el bebé esté boca arriba y que no esté muy apretado. Deje de envolverlo cuando note que el bebé intenta girar. Algunos bebés comienzan a intentar girar a partir de los 2 meses. El riesgo de asfixia es más alto si el bebé envuelto en una manta gira y queda boca abajo.
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Ofrézcale un chupón (que no esté adherido a un cordón ni a una pinza) a la hora de la siesta y al ponerlo a dormir. Esto reduce el riesgo de SMSL. Si amamanta al bebé, no le ofrezca un chupón hasta que la lactancia esté bien establecida.
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No use productos que prometen disminuir el riesgo de SMSL. Entre estos, se incluyen almohadas en forma de cuña, posicionadores, colchones especiales, superficies especiales para dormir o productos similares. No está comprobado que estos dispositivos prevengan el SMSL. En casos aislados, causaron la muerte de bebés. Los monitores cardiorrespiratorios que se venden para uso doméstico tampoco son útiles para prevenir el SMSL.
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Siempre coloque la cuna, el moisés o el corralito en áreas sin peligros. Asegúrese de que no haya cordones, cables ni cortinas que cuelguen. Esto se hace para reducir el riesgo de estrangulamiento. Mantenga la cuna alejada de las ventanas.
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Amamante a su bebé. Esto puede reducir el riesgo de SMSL. A menos que el proveedor de atención médica le indique lo contrario, alimente al bebé solo con leche materna durante al menos 6 meses. Los expertos aconsejan continuar con la leche materna hasta el año de vida o más. Esto depende de lo que quieran tanto usted como el bebé. El consumo de leche materna durante al menos el primer año reduce el riesgo de SMSL y muchos otros problemas de salud.
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Lleve al bebé a los chequeos y a que le apliquen las vacunas. Si el bebé parece estar enfermo, llame al proveedor de atención médica del niño. Lleve al bebé a los chequeos periódicos del bebé sano y a que le apliquen las vacunas del calendario habitual. En algunos estudios, se observó que aplicarles a los niños todas las vacunas reduce el riesgo del SMSL.
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Evite consumir alcohol, marihuana, opioides y drogas ilegales. Hay mayor riesgo de SMSL si el bebé está expuesto a personas que consumen sustancias. El consumo de estas sustancias afecta su capacidad para cuidar del bebé.
Los bebés que hace poco estuvieron enfermos o que están cursando alguna enfermedad, como una infección de las vías respiratorias, tienen mayor riesgo de SMSL. Seguir las pautas del sueño seguro es aún más importante cuando el bebé está enfermo. Siga estas pautas incluso si el bebé tiene síntomas como congestión, goteo nasal, tos o poco apetito. Si le preocupa la salud del bebé, hable con el proveedor de atención médica del niño de inmediato.